La elevación del presupuesto que financia las intervenciones en el VRAE y la aplicación de inteligencia electrónica y tecnológica, así como el aprovechamiento de la experiencia de la Policía Nacional en estas tareas deben ser los pilares en la estrategia para vencer al narcoterrorismo en esta zona del país.
Así lo afirmó el congresista Octavio Salazar (Fuerza 2011) quien planteó además la urgencia de cambiar la estrategia aplicada en el VRAE, que se debe sustentar en actividades socioeconómicas y en los operativos destinados a derrotar a los grupos de narcotraficantes instalados en la zona.
“En el ámbito socioeconómico, la estrategia debe consistir en que si comparamos al VRAE con una zona caliente y la zona que lo circunda como una zona tibia, tenemos que identificar a las provincias y los distritos de esa área para invertir en esa zona tibia y generar oferta de trabajo, a fin de impedir que los ciudadanos que se encuentran en esa zona bajen a la zona caliente del VRAE para dedicarse al sembrío y cosecha de la hoja de coca, además de ser “poceros” (trabajar en pozas de maceración) y el refinamiento de la producción de clorhidrato de cocaína”, detalló.
Explicó que los distritos y provincias considerados en la denominada zona tibia son las provincias ayacuchanas de Huamanga y Cangallo; la provincia de Huancavelica y Churcampa (Huancavelica); los distritos cusqueños de Santa Ana, Echarate, Huayopata, Maranura, Ocobamba, Quellouno y Santa Teresa (La Convención); las provincias de Concepción, Huancayo y Chanchamayo, todas en Junín. ”Se debe focalizar la intervención en esas zonas de acuerdo a sus índices de pobreza”, refirió.
Añadió que los distritos y provincias considerados en la zona caliente son las provincias ayacuchanas de La Mar y Huanta; la provincia huancavelicana de Tayacaja; los distritos cusqueños de Kimbiri, Pichari y Vilcabamba (La Convención); la provincia de Satipo; los distritos de Andamarca y Comas, provincia de Concepción; el distrito de Santo Domingo de Acobamba y Pariahuanca, provincia de Huancayo, todos en Junín.
Afirmó que con la aplicación de esta estrategia, los agricultores de la sierra circundante al VRAE, al ver que el gobierno está creando fuentes de trabajo en esa zona tibia, no bajarán hacia la zona caliente del VRAE y los que se encuentran allí empezarán a retornar a sus lugares de origen donde podrán encontrar mejores condiciones de vida.
“De esta manera se frenará el crecimiento del VRAE al reducirse el número de campesinos que bajan hacia la zona caliente en búsqueda de ingresos que ahora les facilita el narcotráfico y que los utiliza como mano de obra”, dijo.
Lima, 19 de septiembre de 2011
Oficina de Prensa y RR.PP
Congresista Octavio Salazar
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