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Indulto de Fujimori: odio o cálculo político de opositores (*)

Cuando Alejandro Toledo declara vilmente contra el indulto humanitario de Alberto Fujimori, afirmando que sólo “hay que soltarlo si se va a morir en uno o dos meses”, estaría expresando su odio y una posición política del Gobierno, o por lo menos de un sector de éste. Curioso razonamiento de Alejandro Toledo teniendo en consideración que un mes antes de terminar su mandato otorgó un indulto humanitario al ex viceministro de Hacienda Alfredo Jalilie por un cáncer al ojo, quien sigue con vida hasta hoy. En junio de 2005, su gobierno redujo la pena a Lee Heifetz, hija del embajador de Israel en el Reino Unido, Zvi Heifetz, de 6 años 8 meses a 3 años.

En cuanto a Jiménez  Mayor, debemos recordar que ocupó cargos importantes en el sector Justicia en los gobiernos de Paniagua y de Toledo, donde tuvo una activa participación en el otorgamiento de beneficios penitenciarios e indultos humanitarios para sentenciados por terrorismo que no padecían enfermedades en fase terminal. Las resoluciones respectivas en dichos períodos señalan que se otorgaron las gracias presidenciales por padecer gastritis medicamentosa, artrosis, descensos vaginales e hipertensión,entre otros males que no constituían riesgo mortal. El caso de Gerardo Saravia, actual editor de la revista izquierdista Ideele, resulta emblemático.

En ese orden de ideas cabe hacer las siguientes preguntas: ¿Hay sólo odio en  un sector del Gobierno y sus aliados en contra el indulto?  ¿Hay acaso cálculo político? De ser positiva la segunda pregunta, por el lado de Gana Perú, se pretendería utilizar la solicitud de indulto humanitario del presidente Fujimori para neutralizar a la primera bancada de oposición al jugar indefinidamente con la admisión o negación del mismo. En el caso del partido de la chakana, resulta evidente que Toledo cree que enarbolando nuevamente un discurso antifujimorista será Presidente el 2016.

El indulto humanitario solicitado por los familiares de Alberto Fujimori se encuentra plenamente justificado. Tiene 74 años, padece depresión crónica y de un cáncer que rebrota de manera cada vez más recurrente, del cual ha sido operado cinco veces y que le ha hecho perder más de 20 kilos. El propio César San Martín, presidente del Poder Judicial, ha señalado al respecto  que: 'No hay obstáculo legal por ser indulto humanitario'.

(*) Artículo de opinión del congresista Octavio Salazar publicado en el Diario Expreso. 

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