En diciembre del año 2012, como parte de las facultades
legislativas concedidas por el Congreso de la República, el Poder Ejecutivo
publicó el Decreto Legislativo Nº 1141 mediante el cual se redefine los
objetivos, las facultades y los ámbitos de acción de la DINI.
Diversas personalidades políticas de todas las tendencias, así
como analistas y medios de comunicación, han cuestionado las actividades de la
Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), particularmente de su director
general y director ejecutivo. Los cuestionamientos van desde el destaque de 150
integrantes de la PNP hasta la contratación de 400 policías y militares en
situación de retiro, reclutados para realizar actividades de reglaje y
seguimiento a opositores y críticos del régimen.
Cabe señalar que el presupuesto que tiene la DINI correspondiente
al año 2013 asciende a S/.73'952,800, lo que significa un incremento de 676.47%
respecto al del año 2010. Sin embargo, lo que ha llamado la atención es el
avance de su ejecución presupuestal.
>En efecto, según una revista local (Velaverde) los tres primeros
meses de este año la DINI ha tenido una ejecución presupuestal en enero, de
S/.3'688,015; en febrero, de S/.10'254,965; y en marzo, de S/.16'329,040, es
decir S/.30'272,020, lo que significa que en 90 días la DINI ha gastado más que
en los años 2010 y 2011 juntos. El año 2012 tuvo un presupuesto de
S/.18'133,300.
Los cuestionamientos a la DINI apuntan a su nueva estructura
normativa. Por ejemplo, el decreto legislativo establece nuevas atribuciones y
un poder más amplio. Veamos: el artículo 16.1 precisa que la DINI es
un "organismo público ejecutor, con personería jurídica de derecho
público, autonomía administrativa, funcional y económica; constituye pliego
presupuestal propio. Su titular es el director de Inteligencia Nacional";
el artículo 16.2 establece que la DINI es el órgano rector del
sistema de inteligencia nacional que "depende funcionalmente del
Presidente de la República y se encuentra adscrito a la Presidencia del Consejo
de Ministros"; por último, en la Ley 28664 del año 2006,
la DINI tenía solo 7 funciones, ahora pasa a tener 17 funciones,
entre ellas la formulación y ejecución de acciones y políticas de diversa
índole.
Tenemos entonces una estructura organizativa en la que
la DINI ya no solo produce inteligencia, tiene además atribuciones
operativas.
¿Se justifica que la DINI tenga funciones de
planeamiento, supervisión, evaluación y por añadidura de ejecución operativa?
Considero que no.
La DINI debe ser un organismo con poca burocracia que
solo coordine y centralice inteligencia que produce las FF.AA. y la
PNP para uso del Presidente y otros altos funcionarios, pero de ninguna
manera convertirse en una policía "política" que desestabilice
instituciones y persiga adversarios y críticos del Gobierno.
En ese orden de ideas, urge una modificación normativa que modere
las actuales funciones de esta entidad, mientras tanto el Congreso de la
República, a través de la Comisión de Inteligencia y la Contraloría General de
la República, tiene que ejercer un eficaz control institucional de sus
actividades.
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