martes

¿Más delincuencia, menos homicidios?


El presidente Ollanta Humala al iniciar su gobierno ofreció combatir la inseguridad ciudadana; sin embargo, entrando a la mitad de su mandato, entidades como Ciudad Nuestra y Latinobarómetro revelan que la victimización por hogares se incrementó en 42.2% el año 2011; y en 43.2% el año 2012, mientras el año 2010 era 29%.

Asimismo, en el Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 (Seguridad Ciudadana-PNUD-ONU), respecto a la percepción de la inseguridad y victimización en América Latina correspondiente al año 2012, coloca al Perú en un preocupante primer lugar respecto a la percepción de inseguridad en el barrio (50%) y victimización directa (28.1). Sin embargo, mientras se incrementa la delincuencia común, el crimen organizado, el sicariato, los secuestros, las extorsiones y la falta de seguridad, el Ministerio de Justicia acaba de informar que la cifra oficial de homicidios en el Perú correspondiente al año 2012, representa una tasa de 6.5 por cada 100,000 habitantes.

Si ya se cuestionaba que la tasa de 9.40, registrada por la PNP, era muy "optimista" respecto a las alarmantes cifras del Ministerio Público del año 2011 (24.1), la del MINJUS de 6.5 resulta ser "nubenáutica". Recapitulemos, en los últimos años, las tasas de homicidios dolosos reportadas por la PNP, que aparecen en el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018, fueron las siguientes: 10.2 muertes por cada cien mil habitantes para 2009; 9.2 para 2010; 9.5 para el 2011 y 9.6 para el 2012, en tanto el Ministerio Público registró una tendencia ascendente, teniendo un aumento muy significativo para el 2011 (14 por cada cien mil habitantes para el 2009; 18.6 para el 2010 y 24.1 para el 2011).
Ante la controversia en la data de homicidios, el Ministerio Público desarrolló un conjunto de acciones con la finalidad de identificar las razones de tales diferencias, constituyendo para tal efecto una comisión que concluyó con un resultado sorprendente: 6.4 homicidios por cada 100,000 habitantes para el año 2012 (una reducción significativa respecto al año anterior).

Pero, eso no es todo, el Ministerio Público sostiene, como argumento para justificar su "sinceramiento", que en la elaboración de las cifras proporcionadas para los años 2011 y anteriores, "no se llevó a cabo un seguimiento estadístico que permitiera informar si la muerte se debió, efectivamente, a un acto delictivo doloso o tuvo una causa distinta (accidente de tránsito, muerte natural, suicidio, etc.)". Vale decir, la nueva "data" no puede ser comparada con las anteriores.

Paralelamente, el Consejo Nacional de Política Criminal (Conapoc) constituyó el año 2013 un comité estadístico, a cargo del INEI, para, entre otros aspectos, determinar el número oficial de homicidios en el país, que para el año 2012 es 6.5% (casi similar a la del Ministerio Público). Lamentablemente la metodología utilizada tampoco inspira confianza.

Los homicidios constituyen la forma más extrema de violencia en una sociedad, que se ejerce de manera intencional para quitar la vida a otra persona, por lo tanto, las instituciones estatales deben abordarla necesariamente con sinceridad para enfrentarla con eficacia. Todo indica, sin embargo, que estamos ante un "maquillaje estadístico" del MINJUS y del INEI.

Si el objetivo del gobierno, para demostrar que ha logrado resultados positivos contra la criminalidad, se sustenta en abrumar a la opinión pública con cifras reñidas en esencia con la verdad, pues no le servirá. La "estadística" de la vida diaria del ciudadano se encargará de desmentirlo en las urnas el 2016.



domingo

¿La no-reelección es la solución?


El JNE y la ONPE han señalado en un comunicado conjunto que la violencia podría incrementarse debido a los comicios municipales y regionales de octubre. Ambos organismos electorales advierten que "esta no es una situación nueva. En diversas localidades del país se han producido durante los últimos años hechos de violencia, amenaza y acoso político que afectan la vida, la salud, la integridad física y las libertades y derechos de autoridades, dirigentes políticos y líderes de opinión". Les preocupa, como a todos los peruanos, la penetración del crimen organizado (proveniente del narcotráfico, de la minería ilegal, del contrabando, del sicariato, de la extorsión, etc.) dentro del mencionado escenario político electoral.

En el contexto descrito, se ha propuesto enfrentar el uso corrupto del poder y de los recursos públicos en los gobiernos regionales y locales, prohibiendo la reelección de los presidentes regionales y de los alcaldes a partir del 2018. Aunque, siendo el porcentaje de autoridades reelectas, especialmente en el ámbito regional, minoritario, su prohibición no constituye necesariamente una solución a los problemas descritos. Se debe transitar más bien por reformas institucionales e integrales.

Al respecto, Carlos Meléndez ("La Soledad de la Política") considera que desde finales de la primera década del siglo XXI el Perú está experimentando un nuevo ciclo de transformaciones, señalando con acierto que "estos cambios profundos se deben a la confluencia de tres factores distintos que van desde transformaciones económicas estructurales (la presencia intensiva y extensiva de capitales en zonas rurales del sur; la amplitud de la brecha de desigualdad dada la agudeza del crecimiento económico), reformas institucionales(descentralización política, reformas participativas y activación política a nivel local) a rezagos históricos institucionales (dificultad del asentamiento estatal). Estos factores estructurales confluyen en un contexto con partidos políticos nacionales muy debilitados, sin enraizamiento en la sociedad, donde los actores políticos (básicamente operadores o political brokers) tienen dificultades para intermediar las demandas resultantes de las nuevas tensiones sociales...".
Sobre las reformas institucionales acotadas, cabe señalar que con la dación del Decreto legislativo 776 en 1994, se otorgó un mayor sustento económico a las municipalidades y se cambió la distribución del fondo de compensación municipal-FONCOMÚN. Asimismo, el año 2002 se crearon los gobiernos regionales (aunque de circunscripción departamental) con administración de sus presupuestos. Ambas reformas contribuyeron a incentivar la conformación de proyectos políticos en el ámbito municipal y regional al margen de las propuestas partidarias nacionales.

En tal sentido, los siguientes datos son reveladores: a nivel regional, de 25 gobiernos regionales, el año 2002, los partidos nacionales ganaron en 14; el 2006, en 4; y el 2010, también en 4, mientras las listas regionales ganaron 11, en el año 2002, y 21 tanto en el 2006 como en el 2010. A nivel de municipios provinciales, el año 2002 los partidos nacionales ganaron 108; en el 2006, 106; y en el 2010, apenas 77, las listas regionales obtuvieron 32 municipios provinciales el año 2002; 74, el 2006; y 112, el 2010, en tanto las listas provinciales ganaron 54 el año 2002; 15, el año 2006; y 6 el año 2010. A nivel de los 1605 municipios distritales donde hubieron elecciones el año 2010, la dispersión es mayor, pero no tan desfavorable a los partidos nacionales, los cuales ganaron en 693 distritos, pero las listas regionales triunfaron en 845 (el 2006, lo hicieron en 462 distritos y el 2002 en 200).

Resulta evidente que los movimientos regionales, con mayores recursos y poder, crecen electoralmente respecto a los partidos nacionales y listas locales provinciales, aunque carentes de institucionalidad democrática y sin una supervisión eficaz.


No se trata entonces de solucionar los problemas regionales y locales con leyes reactivas ni con decisiones coyunturales y reversibles (acciones de control, fiscalización política, supervisión electoral, administración de justicia, etc.). Se trata de que los poderes del Estado, los organismos electorales y de control, funcionen.


jueves

Manual para destruir un país

En el 2005 salió a la luz una carta que le habría mandado el dictador Fidel Castro al difunto ex presidente de Venezuela Hugo Chávez. En ella Castro detalla paso a paso como llegar al poder e instaurar una dictadura... ¿Algún parecido con la realidad?



Carta de Fidel Castro a Hugo Chávez


Sabemos, Hugo, que para lograr acabar con el imperialismo yanqui, tenemos qué hacer las cosas bien. Los árabes ya están listos; Lula está trabajando en Brasil, y las FARC las has animado tú. El pueblo del poder está muy cerca; los pobres son mayoría y tienen poca memoria; inyéctales desesperanza y acusa al pasado, a la democracia, de todos los males; mantente en línea permanente, con tu pueblo; identifícate con ellos; tu verbo es simple; eso les llega muy bien, pues, tiene la salsa que hace falta; emociónalos, tómalos en cuenta, aprende a manejar la IGNORANCIA; el verbo debe ser encendido, de autoridad y poder.

No te preocupes por los ricos y la clase media; no son más que tu 80% de pobres lo que necesitas. Los ricos salen corriendo, si les haces buuuuuu... A los católicos les encantan las menciones de la Biblia o de Cristo; los católicos, que son la mayoría en Venezuela, no hacen nada con rezar, sin acciones que no van a llegar a ninguna parte;son unos bobalicones; mientras la iglesia esté dormida, aprovecha; cuando decidan moverse, ya estarás instalado. Recuerda que la iglesia es guavinosa; sigue acusándola; los católicos sin liderazgo no son nadie, y ningún curita va a reaccionar; hay dos o tres que quieren reventar pero sus superiores los acorralan.
Si ves a algún sacerdote alebrestado, cómpralo, llámalo, gánatelo. Si el pueblo cristiano se te revela, ese será tu ultimo día, pero difícilmente vendrá. Los judíos, en Venezuela, no cuentan; los evangélicos son unos pobres pendejos, y las demás religiones, para qué nombrarlas.

Saca al Cristo, siempre habla en su nombre; recuerda que esto a mí me dio excelentes resultados; incluye banderas y a Simón Bolívar, cuando puedas; genera un nuevo nacionalismo; despierta el odio; divide a los venezolanos; esa etapa te da buenos dividendos; se eliminarán unos a otros; la violencia te ayudará también a instalarte más tarde a la fuerza; mientras tanto, háblales de democracia y de constitución.

Pide dinero y compra la fidelidad, mientras cumplan los objetivos; cuando logres lo quieres, si se oponen o te aconsejan, deséchalos; envíalos a las embajadas; dales dinero para que callen o sácales del país, para que la prensa no los utilice.
Los que se opongan, siémbrales delitos; eso los descalifica para siempre. Por todos los medios, mantén mayoría en la asamblea; mantén tu lado, como mínimo, a la fiscalía y al tribunal.
Compra a todos los militares, con ropa y equipo; a todos lo que tengan comandos, ponlos donde haya bastante dinero; CORRÓMPELOS, para lograr fidelidad; a unos de ellos ponlos en la petrolera, para que logres el control militar; en las guarniciones centrales, necesitas poner a tu gente; ofrece cursos para cambiar a los indecisos de los puestos clave. Si logras de 200 a 300 militares de alto rango, con comando de tropas, eres indestructible; si tienes dudas de algunos, ponlos a prueba; por ejemplo, con un golpe simulado; ahí salen todos los traidores y todos los fieles.
Es necesario controlar los medios de producción del Estado; a los comerciantes, les encanta el dinero; compra a los banqueros, a los grandes comerciantes, y a los grandes constructores dales contratos, trabajos y facilidades para esta primera etapa.
Para la segunda etapa, tienes qué haber formado comités de defensa de la revolución; llámalos bolivarianos; haz trabajo comunitario con ellos, para que se sientan agradecidos; págales para que sigan los lineamientos, las marchas, las concentraciones. De los comités, selecciona los más agresivos, para una fuerza de choque armada que puedas necesitar, si la cosa se pone difícil.
Controla la policía, destrúyela; ponla a tu disposición. En la segunda etapa, tienes qué profundizar la misión de la revolución; debes mencionar mucho la palabra revolución; eso emociona a los pobres.

Aquí tienes que fracturar a la unión de trabajadores y de empresarios que puedan hacer oposición; tienes qué lograr que los trabajadores estén afiliados a una central paralela; con dinero se logra; igualmente, tienes qué armar una central de empresarios paralela.
Ataca a los empresarios, acúsalos de hambreadores, fascistas y, particularmente, acúsalos de golpistas.Hazte el débil; la mente del hombre siempre se ubica en el más débil y en la justicia. Si no puedes comprarlos, cierra los medios de comunicación radial, impresos y las televisoras. Tu empresa de petróleo es la que produce el dinero del proyecto; crea una junta directiva revolucionaria; saca a los técnicos y acaba con esa llamada meritocracia; si tienes todo en esta etapa, puedes seguir a la tercera. 

En la tercera etapa, puedes violar la constitución, porque nadie te lo va a impedir; ordena allanamientos, siembra armas, drogas, dinero; acúsalos de espías o corruptos; desprestígialos; recoge a muchos periodistas, empresarios, líderes laborales; los demás escaparán del país o tomarán escarmiento.
Reestructura el gabinete; aquí puedes deshacerte de tus colaboradores;a unos, puedes premiarlos, y a otros, desecharlos pues, ya no hay 0posición; tienes qué poner camaradas; establece el estado de excepción; suspende las garantías; lanza el toque de queda; apúrate, mira que el pueblo se te está poniendo bravo; cierra todos los medios de comunicación; destituye alcaldes y gobernadores de la oposición; anuncia la reestructuración de todas las áreas del Estado y la elaboración de una nueva constitución; forma un consejo de gobierno con 500 miembros; en ese consejo asesor del gobierno estaré yo.


Hay qué fusilar a los opositores que no aprendan; esto es lo único que los silencia y es más económico; nunca dejes que se organicen y conozcan tus intenciones; seremos respetados nuevamente por el marxismo leninismo; Brasil, Ecuador, Venezuela y Cuba a pasos indestructibles; si veo que no tienes criadillas, recojo a toda mi gente; me la pueden matar los militares, cuando se te alcen; si no me haces caso, ve a ver qué haces.
¿Qué estás esperando, Hugo?